El Niño Interior
El Niño interior no es más que esa parte de nuestra personalidad ingenua e inocente, que se maravilla con las cosas sencillas que nos da la vida, que se pregunta el ¿por qué? Y ¿para qué? De todas las cosas, es alegre, espontáneo y entusiasta. Ese niño es el conjunto de todas nuestras potencialidades en un estado puro, sin embargo, con el paso del tiempo, este niño se va escondiendo en lo más profundo de nuestro ser, ya que a medida que vamos creciendo nos llenamos de falsas creencias y entre la sociedad, los prejuicios, nos vamos olvidando de ese pequeño/a que un día fuimos y que aún llevamos dentro.
Ahora como adultos ese niño que está asunto, herido y escondido en nuestro interior, y se a convertido una parte antigua de nosotros mismos que aparece en forma de emociones, pensamientos y sentimientos ante determinadas circunstancias que lo activan. Todos hemos tenido heridas emocionales en la infancia que no pudimos resolver, y al no sanarlas, nuestro niño se quedó asustado y herido.
Entrar en contacto con nuestro niño interior nos ayuda a comprendernos más, a entender mejor nuestros conflictos, nos permite liberar emociones reprimidas. Aquellos bloqueos, inconscientes o no, que nos desvitalizan, y lo más importante, a amarnos por ser quien somos realmente, sin juicios ni reproches. Además de comenzar a divertirnos como niños nuevamente.
Hay muchas alternativas y opiniones para conectar con ese pequeño que fuimos, sin embargo, a mi me ayudó muchísimo el escribirle una carta. Al hacer ese ejercicio me conecté con esa niña asustada y en ese papel escribí todo lo que a ella le hubiese gustado escucha y sentir. También tenia junto a mi una foto mía de cuando tenía al rededor de 4 años y le dije a esa pequeña que todo está bien, que está a saldo y que pase lo que pase siempre estaré con ella, que la amo con todo mi ser, fue bastante emotivo.
Estos ejercicios fueron muy sanadores y liberadores para mí, ya que pude sanar heridas emocionales que traía arrastrando desde hace mucho tiempo y poder liberarme de ellas fue como quitarme capas y capas de encima, ayudándome a sentirme más segura de mi misma.
Abraza a tu niño interior, vuelve a jugar, diviértete y no te tomes la vida tan enserio. Crecer por fuera no siempre implica crecer por dentro.
-María Del Mar-